Fijando metas en época de pandemia: ¿misión imposible para el siguiente año?
Fijando metas en época de pandemia: ¿misión imposible para el siguiente año?
por Sandra Zuluaga
El año que se va nos pregunta: ¿vale la pena plantearse metas para el siguiente? ¿Cómo hacerlo a pesar del caos que estamos viviendo?
Con cada cierre de año llega ese momento de introspección que nos hace revisar qué logramos y cuáles serán los siguientes objetivos para el ciclo que comienza. Hablo tanto a nivel personal como profesional. Y el 2022 representa un reto particular, pues este fin de año no es como los anteriores, incluso en comparación con el 2020. Estos últimos doce meses han sido un poco más duros porque teníamos la esperanza de que la pandemia fuera cosa del pasado; no fue así, y todavía no hay señales de que vaya a menguar gracias a las nuevas variantes, como la ómicron, que ya enciende las alertas en la Organización Mundial de la Salud.
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¿Eso quiere decir que, ante la incertidumbre, es inútil fijar metas y planes? Todo lo contrario. Lo cierto es que plantearnos metas resulta de gran ayuda para mantenernos motivados, mejorar nuestro entorno (profesional, personal, social, etc.) y tener una guía que nos dé dirección, que evite que perdamos de vista lo que realmente importa. No por nada plantear objetivos es parte del proceso de recuperación de quienes sufren depresión o ansiedad, pues permite reconstruir el sentido a la vida un hito a la vez.
Otro aspecto que debemos tomar en cuenta es que, pandemia o no, alcanzar las metas no siempre es sencillo. Dadas las circunstancias, sin embargo, resulta muy importante reforzar las buenas prácticas que necesitamos para ser eficaces. Según el artículo de la investigadora Katy Milkman, “The 3 science-backed strategies that can help you achieve your post-pandemic goals”, cumplir con nuestras metas es una cuestión de contar con la estrategia adecuada, y eso se logra anticipándonos, entre otras cosas, a tres aparentemente inocentes pero peligrosos, obstáculos:
3 amenazas que sabotearán tus metas
1. Sucumbir a la tentación. Un estudio conducido por un par de psicólogos nos dice que las recompensas a corto plazo son mejores para combatir la tentación de rendirnos que las recompensas a largo plazo. Es decir, si deseas cambiar tus hábitos alimenticios para mejorar tu salud, no adoptes la dieta más rigurosa y magra desde el principio. Empieza comiendo cosas saludables, sí, pero que te resulten deliciosas, y ese placer te motivará a mantener el nuevo hábito. De esa forma no querrás ignorar lo que hay en tu refrigerador para pedir una pizza en la primera oportunidad.
2. Ser olvidadizos. Olvidarnos de nuestras intenciones es más normal de lo que pensamos, y es una de las causas principales del auto sabotaje. Quizá es porque no las relacionamos con un disparador, como un lugar, ocasión o acción. Milkman sugiere cambiar la frase «Haré _____» por otra que obtenga un componente de tiempo: «Cuando ____ ocurra, haré ____». En lugar de decir «Ahorraré más al mes», se cambia a «Cuando me den un aumento, ahorraré más al mes».
3. Gestionar pequeños contratiempos. Las pequeñas derrotas pueden ser el inicio de una espiral desastrosa: al faltar a la primera sesión de terapia del mes se vuelve más fácil faltar a la siguiente, y así sucesivamente. Una buena estrategia para contrarrestar esto es declarar «emergencias». Si hoy no se pudo ir a terapia porque hubo una junta demasiado larga en el trabajo, se declara emergencia, sin culpa ni reproches. Este sistema hace que la gente piense mejor cuándo declarar «emergencia» y comienza a guardarlas para situaciones que realmente están fuera de su control.
Técnicas ingeniosas para un futuro incierto
Con esto en mente, se vuelve más sencillo el siguiente paso: ¿cómo plantear metas cuando el futuro es incierto? Aquí me gustaría dar un par de recomendaciones. Primero que nada, recordemos que la mejor manera de plantear metas es utilizando el método SMART. Una meta SMART es aquella que es específica (S), medible (M), alcanzable (A), relevante (R) y sujeta a un periodo de tiempo (T). Una meta que no tenga estas características no es una meta efectiva. Sin embargo, en el contexto de la pandemia es importante hacer dos ajustes a este método:
1. Enfócate en metas de actividad.- No podemos controlar el mundo que nos rodea, pero podemos adaptar nuestras metas a la incertidumbre. Es decir, al no saber si habrá más encierros o un nuevo revés a la economía, resulta complicado plantearse un resultado concreto: cuatro visitas al gimnasio a la semana o un aumento del 25% en las ventas. En cambio, es posible cuantificar nuestras actividades: hacer 200 sentadillas a la semana y que el equipo de ventas haga al menos 25 llamadas al día a clientes potenciales.
2. Date opciones, sé flexible.- Tal vez es buena idea no ser tan específico en tus metas. En lugar de decir que este año viajarás al Caribe, plantéate visitar una playa, la que sea. Considera también un plan B: si, digamos, las playas cierran de nuevo por la pandemia, cambia entonces tu destino turístico pero no dejes de salir de vacaciones.
En este momento yo también me encuentro trabajando en mis metas personales y profesionales. Estas vacaciones me dedicaré a pulirlas, tomando en cuenta lo mencionado líneas arriba, pero quisiera compartírtelas. Estas son mi prioridades para el año que viene:
- Ampliar la comunidad que he construido en redes sociales con estrategias de interacción más atractivas, para conectar con más personas y colegas.
- Nutrir la relación con mi familia, procurando estar más presente, a través de actos simples pero concretos, como hacer llamadas o participar en reuniones.
- Fortalecer mis amistades, procurando espacios para convivir, priorizando el tiempo de calidad antes que la cantidad.
- Continuar con mi hábito de aprendizaje continuo y crecimiento profesional, sobre todo en aspectos del futuro del trabajo, para estar preparada para el 2022.
- Mantener y evolucionar mi relación con mi esposo y mi hijo, celebrando y apreciando cada momento de nuestra cotidianidad, nuestros momentos de intimidad
Como puedes ver, con un poco de ingenio y perseverancia, podemos seguir avanzando a pesar de las circunstancias. Ahora, querido lector, es tu turno para plantear tus propias metas. ¡Feliz año nuevo!
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Gracias por siempre inspirarnos con tu guía para lograr construir nuestra visión con cada meta.
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